Leyendas de Vicente Guerrero, Dgo.

EL TESORO DEL RINCON DE LAS MULAS A fines del siglo pasado se levantaron por toda la región algunas bandas de gavilleros llamados «tulises», los que según rumores corridos de boca en boca tenían asolada toda la comarca y parte de Zacatecas. Se dedicaron a robar a los comercios y a los que transportaban en diligencias dinero sellado del vecino Estado de Zacatecas a Durango. En un lugar llamado «Camino rayado» entre medio de la hacienda El Molino y San Francisco Javier, allí lograban su intento asaltando; a los que venían resguardando la diligencia, después de colgarlos o acribillarlos, se llevaban el dinero en mulas que ellos mismos traían; luego por una anaosta vereda se dirigían hacia el rincón de las Mulas que dista unos 15 km. y está enclavada en los crestones de la sierra de Michis. Subían hasta el corral falso y allí, entre una habrá vaciaban el dinero, pero para esto ya habían tapado el fondo de la cueva con mezcla batida con sangre de las mulas que sacrificaban para dicha operación. Cuentan que un pelotón de soldados subió hasta la cueva presentando batalla y los «tulises» lograron escapar dejando oculto el tesoro; años después uno de los gavilleros que sobrevivió por algunos años estuvo sacando dinero para su manutención. Contaba que el primer día del mes de abril, cuando los rayos del sol caen perpendiculares al «reliz» barroso se dejan ver al fondo monedas acuñadas en oro y plata y que él, con un delgado cordel obtenía algunas monedas para su manutención. Hasta que murió sólo un día del año el primero del mes de abril, así lo afirmaba, dicho tesoro se dejaba ver. Moradores de la región acampan y pasean por ese día en busca del tesoro y nadie ha logrado ver ni obtener nada; sólo queda en leyenda lo que aquí se escribe.